Estaba parada, derramando gotas sobre sus mejillas,
queriendo escapar de su pesadilla,
buscando un refugio para olvidar sus penurias,
engañada en promesas que la condenaron
a quitarse el alma.
Olvidó amar, y se paró frente al mar.
El pasado y el presente se convirtieron
en un instante de vértigo.
La brisa pegaba fuerte.
COMUNICACIÓN ESTRATÉGICA
Hace 6 años
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