sábado, 8 de agosto de 2009

El intento por entender vidas ajenas

Paul Auster: la pluma que refleja la práctica de la soledad

Su singular personalidad y la experiencia de vida le valen
al novelista estadounidense para crear historias marcadas
por hechos actuales que tensan la convivencia entre países.

“De las profundidades del subconsciente, de un abismo al que no tengo acceso. Anidan ocultas dentro de mí mismo hasta que un día surgen y entonces las observo: ideas, personajes, palabras”. Paul Auster, escritor estadounidense, argumenta que de ese modo surgen las historias que luego trasladará a las hojas que alimentan sus libros. Pero precisamente se vio atrapado en un marco histórico que lo arrastró a crear una novela donde el condimento esencial era la guerra: el atentado a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001, y la consecuente Guerra de Irak vs. Estados Unidos, este último arrastrado por el entonces presidente George W. Bush, hicieron que Auster reforzara su lucha política desde la literatura, con el fin de liberar su angustia por la trágica pelea de poder que aqueja al mundo. Lo interesante es que en esa farsa operación bélica estos dos acontecimientos no aparecen, sino que el enfrentamiento es entre norteamericanos: Estados Unidos vs. Estados Unidos.
La obra se llama Un hombre en la oscuridad (2006). La persona a la que remite el título es el protagonista, un escritor y crítico literario que, inmerso en la angustia, en el pasado, y en la oscuridad de la noche, hace uso de su insomnio: inventa en su mente una guerra civil y hace responsable a su protagonista de “liquidar” al creador de tal historia, para finalizar el conflicto.
El personaje del novelista Auster es un hombre solitario que luego de sufrir la muerte de su mujer, tiene un accidente, queda inmóvil y se instala en casa de su hija y de su nieta, personajes que también viven en soledad. Así, el personaje se detiene en contar su propia creación a raíz de la falta de sueño y alterna su relación con su familia, y los problemas de ésta. Ahora, ¿por qué razón Paul Auster hace ficción con una trama sostenida por la soledad? Las cosas siempre tienen un sentido, de modo que existe una respuesta: el hombre de la pluma expuso al mundo su don de novelista gracias a La invención de la soledad, obra que escribió tras la muerte de su padre y que, según él, es el intento de encontrar el sentido que había tenido su vida, con quien nunca estableció una amigable relación padre-hijo.
Por otro lado, Auster se considera a sí mismo como un hombre que tiene gusto por la soledad, sobre todo a la hora de escribir: puede pasarse horas encerrado escribiendo. Este detalle de su personalidad y la vida a la que fue destinado hicieron de él una persona dedicada a hacer ficción: el intento de entender vidas ajenas. Así se emprende la marcha a Un hombre en la oscuridad: su autor sintió la necesidad de transmitir los problemas del mundo actual y de los pequeños detalles que hacen a la vida de las personas, sus manías, traumas, angustias, sufrimiento; realidades que, a veces, se hunden en la soledad.
Quizá Paul Auster deja escondido entre las líneas el deseo propio de que se instale en las sociedades modernas la paz, donde la convivencia entre seres humanos sea real, utopía de hoy oscurecida por las guerras que cambian el curso de la historia, pero que de joven sintió y vivió cuando apenas se mudó a Brooklyn, Nueva York, hace mas de veinte años - y donde sigue viviendo-, aquel sitio que lo inspiró en sus obras más trascendentes de la literatura universal: “Es un barrio algo misterioso que se te mete por debajo de la piel y se queda ahí. (…) Tiene la diferencia que mientras que en todas partes las diferencias étnicas y religiosas son una fuente potencial de los conflictos, aquí se vive con armonía”, señala en una entrevista concedida en 2008 al diario español El País.

1 comentario:

  1. Lei hace poco "La habitación cerrada" y me voló la cabeza. Era el primer libro de Auster que leía y admito que con mucho prejuicio le entré con desconfianza. Sigo una regla muy estupida que es la de no leer libros editados hace menos de 25 años. Por suerte tiene 26 años. Si, soy un boludo.

    Ayer compré "Un hombre en la oscuridad" y mañana lo arranco. No se para que escribo esto, el blog es suyo, no mio!

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